Me pides que te escriba algo
y nada se me ocurre
miro alrededor
una ninfa alza el vuelo
no sé si te gustan los pájaros, ni las nubes, ni la niebla
solo sé de luces que nacen en tus ojos
luces que se nublan con un viejo que camina
con un niño que cae, con una sonrisa marchita
vistes coraza de hierro fundido
para esconderte, para refugiarte
sé que es fácil herirte y que no sabes herir
no sabes, aunque quieras, aunque lo creas
no sabes, no puedes
te resquebrajas en mil silencios, estallas en mil palabras
y cuando el silencio como bruma
lo envuelve todo, olvidas
te calzas la sonrisa y caminas
y te acicalas con máscaras de comedia
y le dibujas garabatos
porque tú eres la risa
eres la alegría que flota en la tristeza
y yo tardé en entenderlo.